sábado, 14 de mayo de 2016

La casa y los rascacielos

Me decía un amigo hoy que para qué me he metido en UPYD. Si no vale para nada. Si están acabados. Y veo que este es el concepto que predomina en la sociedad de nuestro partido: un partido que fue medianamente grande, y que hoy ya no es nada. Tendencia a la baja. Fracaso.

Yo, sinceramente, lo veo desde otra perspectiva. Prefiero pensar que UPYD es un partido que se está creando, empezando desde 0. Como tantos otros partidos que se crean, ahora trata de buscar avales en cada provincia para poder concurrir a las elecciones. Como cualquier otro partido nuevo, está organizando su estructura territorial. Pero, a diferencia de cualquier otro partido recién creado, tenemos 129 concejales, 1 diputado autonómico y 2 eurodiputadas. Tenemos más de 2.000 afiliados. Tenemos presencia en la práctica totalidad del territorio nacional. Tenemos el respeto de todo el arco político, y el bagaje de 8 años de buena política, reconocida por todos. No está nada mal para empezar.

Está claro que la casa que era UPYD quedó arrasada con el huracán que nos pasó por encima. Sería de necios negarlo. Pero ese huracán, a pesar de destrozar la casa, no se llevó por delante los cimientos, que son sólidos, firmes, y que nos invitan a construir sobre ellos. Además, dicho sea de paso, el huracán se llevó cierta carcoma que tenía la casa.

Sí, es cierto, en la casa se estaba mejor. Hace frío a la intemperie, y cualquier paso cuesta ahora mucho más que antes. Pero hay mucha gente dispuesta a reconstruir esa casa y nuestra obligación debe ser hacerlo. Mucha gente habla en pasado de la casa porque no la ve. Pero poco a poco, cuando la casa se vaya levantando, volverán. Habrá gente que sólo podrá ayudar poniendo un ladrillo en la nueva casa. Habrá quien dedique gran parte de su vida a reconstruirla. Habrá quien sólo quiera financiarla, habrá quien aplauda desde fuera mientras mira la obra y habrá también, por supuesto, quien se ría de quienes intentamos reconstruirla. De todo habrá, pero lo importante es que quienes compartimos un proyecto común tengamos claro que esa casa debe estar reconstruida más pronto que tarde.

Y es que cerca, muy cerca, han construido un par de rascacielos flamantes. Se construyeron en muy poco tiempo, con un presupuesto que nuestra casa nunca tuvo. Mucha gente se fue, porque al parecer han puesto buena calefacción, y se está calentito allí. Muy calentito. Pero son rascacielos sin cimientos, y la gente acabará hartándose, y volviendo a buscar nuestra casa. Y para entonces, nosotros debemos estar allí, con la casa construida y la puerta de entrada (esta vez sí, sólo la de entrada) abierta. 

Por eso, cuando hablen de nuestra casa en pasado, cuando incluso quienes la construyeron digan que esa casa ya no existe, pensad que sólo dicen eso porque no la ven. Pero quienes creemos que esa casa es imprescindible estamos jugando a ser arquitectos e imaginando, con la seguridad que nos dan los cimientos que han resistido, cómo será esa casa. Y creedme, esa casa puede ser aún más grande de lo que fue antes del huracán.

miércoles, 27 de abril de 2016

Aportar desde la oposicion (y desde fuera del Congreso)

Ahora que ya tenemos claro que habrá elecciones el 26J, parece que a UPYD le pilla un poco pronto esta cita. En plena regeneración, reestructurándose y poniendo mucha atención a la organización interna, las prisas y presiones que conllevan una cita electoral de esta magnitud no parecen la mejor ayuda para este proceso. Desde luego, si nos dejamos llevar por esas prisas y nos centramos más en las elecciones que en reorganizar el partido el camino será erróneo. Pero si se sigue trabajando en la misma línea de los últimos meses, teniendo en cuenta que estas elecciones no son aún para nosotros, creo que el futuro del partido es ilusionante. Y me explico.

El 26J las expectativas electorales para UPYD no son muy buenas. Nos moveremos entre un diputado y no entrar en el Congreso. Pero creo que sería un enorme error pensar que todo lo que sea entrar en el Congreso será un éxito y todo lo que no sea hacerlo será un fracaso, ya que lo importante no es dónde estemos, sino que sigamos defendiendo las ideas que defendemos. Evidentemente, lo ideal para que esas ideas se lleven a cabo sería gobernar con 200 diputados, pero como sabemos que eso no es posible, tendremos que adaptarnos a lo que la gente quiere ahora mismo. 

A partir de esa fecha, deberemos hacer oposición, y para ello no valdrá con decir que todo lo que hace el resto de partidos está mal y todo lo que hacemos nosotros está bien. Creo que desde la oposición también se puede hacer mucho por España. Aunque no se tengan doscientos diputados. Incluso aunque no se esté en el Congreso. 

Un partido politico no es más que un instrumento para llevar a cabo las ideas que defiende, nunca un fin en sí mismo. Y en UPYD debemos tener la humildad de transmitir que no somos más que un grupo de ciudadanos con ideas que pensamos que son buenas para España y que para llevarlas a cabo necesitaremos al resto de partidos. Es así, y debemos hacer esfuerzos por entendernos con todos nos guste o no. 

Si queremos hablar de la unidad de España, deberemos entendernos con el PP. Si queremos proponer la dación en pago, tendremos que hacerlo con IU y Podemos. Si queremos la custodia compartida, deberemos entendernos con VOX. Y si queremos que las competencias de Educación y Sanidad sean estatales, que se eliminen las diputaciones, que se cierre el Senado o que se eliminen los aforamientos, tendremos que provocar que esos temas se debatan en la sociedad. Que sea la sociedad la que mueva a los partidos.

Y es que en estos cuatro años tras las próximas elecciones, si finalmente no entramos en el Congreso, UPYD no habrá perdido sentido. No significará que no pueda aportar nada a nuestra sociedad. Ni mucho menos. Simplemente, durante ese tiempo deberá funcionar más como una asociación civil que como un partido político, aportando su granito de arena a que las ideas que defendemos para mejorar la vida de nuestra sociedad (que al fin y al cabo es para lo que existe un partido político) se puedan llevar a cabo,  ya lo hagamos nosotros u otro. Que nos vote poca o mucha gente no va a cambiar que mis ideas cambien, así que no quedará otra que defenderlas en el escenario que la gente con su voto nos dé. Porque lo importante no son las siglas, ni las personas, sino las ideas. Y creo que en UPYD, si seguimos defendiendo aquello en lo que creemos con honestidad y organizamos el partido internamente correctamente, acercándolo a la ciudadanía y a los afiliados, y si tenemos paciencia, conseguiremos que nuestras ideas se lleven a cabo.

domingo, 6 de marzo de 2016

La banalización del terror

Ayer asistimos a uno de los espectáculos más dolorosos que puede sufrir nuestra joven democracia: uno de aquellos que intentaron destruirla mediante la fuerza, asesinando, secuestrando, extorsionando y amenazando a quienes se oponían a ello daba lecciones de tolerancia y democracia en un velódromo abarrotado, recibiendo el homenaje de quienes siguen justificando los asesinatos, secuestros y extorsiones cometidos. 

Este acto, que sería ilegal en cualquier país con una democracia sana, no lo ha sido aquí, entre otras cosas, porque aún seguimos teniendo ciertos complejos a la hora de usar la autoridad, quizá intentando compensar el exceso de su uso durante el franquismo. Ilegalizar a los partidos que no condenan a ETA (como propuso UPyD, quedándose solo en el voto a favor) debería hacerse con la naturalidad de quien defiende la democracia de quienes la atacan. Pero, lejos de eso, la mal entendida tolerancia de la izquierda y los complejos de la derecha impiden caminar en este sentido. No vayan a llamarnos fachas. En Francia, por ejemplo, se ilegalizaron partidos como el movimiento independentista Iparretarrak, el partido neonazi FANE, el grupo independentista corso A Riscorsa y los fanáticos islamistas de Al El Beit. Seguro que usted, como yo, no tiene ninguna duda de que en España todos esos partidos seguirían siendo legales.
 


Es cierto, como he escuchado estos días, que no se pueden ilegalizar las ideas. Pero si se ilegalizan los partidos que defienden esas ideas violentas, quienes las promueven dejarán de recibir dinero público, de ostentar poder, de lesgislar y de dividir a la sociedad. Si en la foto de arriba hubiesen más puntitos verdes que rojos, hoy no tendríamos que estar preocupados, como lo estamos, de que Otegi sea elegido lehendakari, lo cual es más que probable.

Y a los violentos, los que mataban y no lo hacen ahora porque de momento no les conviene, los que siempre estuvieron defendiendo que Euskadi debe ser independiente y haciéndolo a golpe de pistola, se les han unido los nuevos políticos de extrema izquierda que están haciendo lo peor que se puede hacer a las vícitimas: transmitir un mensaje, especialmente a los más jóvenes, que no vivimos los peores años de ETA, de que todo fue un enfrentamiento político en el que unos valientes luchadores de izquierda, fruto del "conflicto", como lo han bautizado, decidieron coger las armas y rebelarse contra los opresores. Que el hecho de que hayan dejado de matar debe ser inmensamente agradecido cada día por quienes iban a ser los siguientes en la lista que amenazaba con llegar al millar de víctimas mortales. Que el estado debe comenzar a acercar presos, a dejar de encarcelar etarras, a parar de investigarles sin que, por supuesto, ellos se hayan disuelto, ni hayan pedido perdón, ni hayan entregado las armas. El mensaje que intentan transmitir estos filoetarras es que todo fue una lucha política, equidistante, en la que las víctimas no son más que consecuencias colaterales de la misma. Y eso, quienes no las olvidamos, no lo podemos permitir. Y no lo vamos a permitir.
 
 

miércoles, 24 de febrero de 2016

10 motivos para no disolver UPyD

Hace poco tiempo Rosa Díez, Andrés Herzog y Carlos Martínez Gorriarán dejaron UPyD pidiendo además su disolución. Ese mismo día decidí hacerme simpatizante, pues consideraba que era muy injusto que quienes son responsables de cómo está el partido exijan ahora, desde fuera, su desaparición. Y fue una gran decisión la mía, pues este proyecto de UPyD es tan interesante que una semana después me he hecho afiliado.

Los argumentos que se expusieron para disolver el partido fueron tres: que no tiene espacio político, que hay que conservar su legado y que no se debe dejar que caiga en manos poco deseables. No puedo estar más en desacuerdo con los tres, pero más que entrar a valorarlos, prefiero mirar hacia delante y exponer algunos motivos por los que pienso que UPyD sigue siendo necesario.

¿Por qué no debe disolverse UPyD?

1) Porque sus ideas siguen siendo necesarias.
Andrés Herzog dijo la noche electoral, y lo repitió al día siguiente, que UPyD debía seguir existiendo mientras sus ideas fuesen necesarias. Nada ha cambiado desde entonces, pues la deriva política, educativa y de valores de nuestro país sigue firme su rumbo hacia la nada. Por lo tanto, las ideas que defiende UPyD siguen siendo necesarias (y yo añadiría que lo son aún más que cuando se fundó)

2) Porque rompió el bipartidismo.
Ahora que Podemos y Ciudadanos se llenan de orgullo por creer haber roto el bipartidismo, alguien debería hacerles notar que el primer partido que descolocó a PP y PSOE, haciendo propuestas que ellos ni habian imaginado y entrando en el Congreso en una época en la que el inmovilismo político era total fue UPyD, que sin duda supuso una nueva manera de hacer política. Conceptos como "regeneración democrática" o "transparencia" surgieron con UPyD. Medidas como la renuncia a coches oficiales o a los privilegios de los diputados, también. De eso al apuntalamiento del bipartidismo que practica Ciudadanos y a las maneras dictatoriales de Podemos hay un mundo. Por eso UPyD es necesario.

3) Porque es el único que apuesta por mejorar la Ley de Violencia de Género.
Sin estridencias, sin bandos y sin imposiciones ideológicas UPyD quiere que la protección ante la violencia sea para toda la familia, y no sólo para la mujer como ocurre en la actual ley. Ciudadanos, como con casi todo, hizo una copia barata de esta propuesta, que intentan llevar a cabo sin rigor y que, por supuesto, en el acuerdo alcanzado con el PSOE, ni han puesto encima de la mesa.

3)Porque es el único que quiere acabar con los privilegios de País Vasco y Navarra.
Nadie se atreve a hablar con claridad sobre que el hecho de que unas regiones de España tengan privilegios fiscales es absolutamente incompatible con la igualdad entre todos los españoles (abolutamente contrario a la Constitución, diría yo, sin ser jurista). Es difícil ir allí y decirles que quieres acabar con esos privilegios, pero UPyD lo ha hecho. Y, encima, lo hace un vasco como es Gorka Maneiro.

4) Porque no, no es lo mismo que Ciudadanos.
Es la frase que más escucho en quienes sólo nos conocen superficialmente: ¿Pero para qué sigue UPyD, si ya está Ciudadanos que es lo mismo? Pues no, ni de cerca. Quien piense así, que piense en cuánto hubiera aceptado UPyD del acuerdo que acaba de firmar Ciudadanos con el PSOE. O que piense en si UPyD hubiese sostenido en el gobierno al PSOE de Andalucía o al PP de Madrid (como dijo Herzog, "Ciudadanos ha llevado a los corruptos a los gobiernos y UPyD a los tribunales"). UPyD nació para luchar contra todo lo malo que ha hecho el bipartidismo, y Ciudadanos ha llegado para rejuvenecerlo y ponerle caras más bonitas. Nada más.

5) Porque es el único que renunció a las sillas del CGPJ.
Y esto sí es predicar con el ejemplo. Todos los partidos eligieron a los jueces para este organismo, pero UPyD renunció al que le correspondía. Era el momento de la verdad, en el que se pasa de las palabras a los hechos, y todos los partidos callaron y eligieron. Podemos y Ciudadanos también lo harán, denles tiempo.

6) Porque ya no es "el partido de Rosa Díez".
Pudiera parecer que el partido ya no tiene sentido sin quien ha ejercido un liderazgo tan fuerte. Rosa Díez, habiendo tenido errores, hizo un gran trabajo, en mi opinión. Algunos de sus discursos en el Congreso me hicieron creer que otra manera de hacer política es posible. Pero evidentemente su tiempo había pasado y el hecho de que se haya ido puede ser un punto de despegue para UPyD, que ahora sí deberá ser realmente de los afiliados, quienes estoy seguro de que no van a fallar.

7) Por Maite Pagazaurtundúa. Por Gorka Maneiro. Por tantos y tantos anónimos.
Para mí es el principal activo de UPyD: tiene a los mejores afiliados y a los mejores políticos.

 Por lo que he observado hablando con gente de multitud de partidos políticos el afiliado medio suele tener poco espíritu crítico y mucha adhesión a lo que hace la cúpula del partido, entre otras cosas porque estos funcionan de manera piramidal y la mejor manera de ascender es caerle bien al de arriba. En la formación magenta veo sin embargo una gran capacidad para construir, debatir y analizar en su militancia, y eso es básico para mejorar. Y muchísimo altruismo, eso sin duda.

Y en cuanto a sus políticos, el nivel es el que debería predominar en el Congreso. Cualquiera que haya seguido mínimamente el trabajo de Gorka Maneiro en el País Vasco no puede más que levantarse del asiento y aplaudir. Su trabajo es capaz de devolver la fe en la política a cualquiera, tanto por su calidad como por su cantidad. Y qué decir de otros como Maite Pagazaurtundúa, ejemplo de política que lucha por mejorar las cosas, sin desmayo y con una elegancia y respeto hacia todos envidiable.


8) Porque Fernando Savater no puede estar equivocado.
He de reconocer que no soy nada objetivo con Fernando Savater. Intervino en una manifestación a la que yo asistí hace más de 10 años, pidiendo más derechos laborales para los Guardias Civiles, y me sedujo desde la primera frase. Es para mí el mejor pensador de este país, y que todavía siga apoyando a UPyD da aún más fuerza a quienes queremos intentarlo.

9) Porque es el único que pide que Educación y Sanidad sean competencia del estado.
Imagine usted por un instante en cómo sería nuestro país si todos los alumnos estudiaran las mismas materias en el colegio y tuvieran las mismas oportunidades. Si yo, que soy maestro, pudiera opositar en cualquier comunidad. Si mi hijo, que es andaluz, tuviera las mismas vacunas que un niño gallego. Si la lista de espera para operarme el hombro que tengo lesionado no variase en ¡un año! de una comunidad a otra. Piense usted si ese país no sería mucho más justo de lo que ahora es. Pues bien, sólo UPyD propone que esto ocurra. Cómo va a disolverse.

10) ¡Porque a los afiliados no nos da la gana!
Y esto es lo más importante. En los últimos tiempos he hablado con muchísima gente que está o ha estado en UPyD. En cuanto a los que han estado, hay diversidad de opiniones: unos creen que hay que darle un final digno, otros quieren que siga, otros tienen dudas, a otros les importa un bledo lo que pase... sin embargo, he encontrado unanimidad entre quienes aún son afiliados. Todavía no he hablado con ninguno que quiera disolver UPyD, así que, por mucho que aprieten desde fuera, no se puede disolver un partido si sus afiliados no lo quieren.

Estos son mis 10 motivos para no disolver UPyD. Podríamos contar muchísimo más, pero no creo que sea necesario. Se que mucha gente piensa que ya no hay remedio para este partido, pero los que creemos en él tenemos tal convecimiento que, si logramos estar unidos, estoy convencido de que el camino se va a ir allanando. ¡Seguimos!

martes, 23 de febrero de 2016

Violencia de género: Mitos y realidades

En las últimas elecciones UPyD llevaba una medida que, como en tantos otros aspectos, nadie antes se había atrevido a hacer. Dice literalmente: " Nueva Ley contra la Violencia de Género o Intrafamiliar, Doméstica o Sexista, que sustituya a la vigente para proteger a todos los miembros del entorno familiar y hacer frente a la violencia de género". Y es que la actual ley sólo contempla como violencia de género la ejercida por el hombre sobre la mujer.

Algo que parece tan lógico como extender la protección contra la violencia a toda la familia es entendido por gran parte de nuestros políticos como un ataque directo contra la mujer. Toda la izquierda lo interpreta así y el PP ha comprado ese discurso, haciéndolo suyo también. Sin embargo, yo creo que esta es una propuesta acertadísima de UPyD, y pienso que los que somos claramente contrarios a esta Ley de Violencia de Género debemos alzar la voz y rebelarnos ante esta ideología dictatorial de género que nos quieren imponer.

En primer lugar, empezaré por lo más importante: las víctimas. 56 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o ex-parejas el año pasado. 55 de media en los últimos 17 años. Desde luego que cada una de ellas es una tragedia, pero creo que es necesario analizar datos con frialdad para conocer la dimensión de esa tragedia.

Por ejemplo, el año pasado hubo más de 1.000 fallecidos por accidentes de tráfico y unos 350 por accidentes laborales. Pero la cifra sorprende aún más si hablamos del suicidio, que sigue siendo tema tabú en nuestro país: Casi 4.000 fallecidos al año.

 Por lo tanto, siendo importantísimas cada una de esas mujeres asesinadas, la enorme importancia política que tiene la violencia de género no se corresponde con las cifras de fallecidas.


El primer argumento que doy para derogar o modificar la Ley de Violencia de género es su infecicacia: antes de 2004, fecha de su creación, la media anual de mujeres fallecidas era de 44. Desde ese año es de 62. 

Además, la causística suele ser analizada de manera muy simplista: el culpable es hombre, luego el asesinato ha ocurrido por machismo. Los desequilibrios mentales, enormemente frecuentes en las estadísticas de asesinatos, ni siquiera son tenidos en cuenta en estos casos.

Pero hay mucho más. Por ejemplo, esta ley deja de lado a los hombres víctimas de malos tratos (29 asesinados el año pasado, que no salen en ningún medio de comunicación ni están en boca de ningún político). Buscar la igualdad a base de crear una desigualdad me parece, como poco, una mala estrategia. Si además esta ley lo que intenta es proteger al miembro más débil de la familia, equivoca el objetivo, pues no es la mujer sino los niños quien requiere de mayor protección.

Otro mito de la violencia de género son las denuncias falsas. Según el Observatorio contra la violencia de género las denuncias falsas suponen un 0,01% del total. Eso es casi como decir que cualquier denuncia es verdadera, que cualquier hombre denunciado es culpable. de 132.004 denuncias en 2011, por ejemplo, sólo 24 fueron falsas.

Personalmente se me antoja un dato imposible, así que buscando un motivo encontré uno muy simple, dado desde la  Fiscalía General del Estado: "Esas son las denuncias cuya falsedad se acreditó tras un proceso judicial". Es decir: no significa que el resto sean verdaderas o falsas, porque o bien no se denunciaron o bien, si se hizo, no se acreditó que fueran falsas.

Algo más de luz obtenemos si nos fijamos en las sentencias condenatorias, que suponen algo más de un 10% del total. El resto terminan en sobreseimientos, archivos o absoluciones. 

La explicación a por qué esta ley sigue siendo intocable para la inmensa mayoría de nuestros políticos la encuentro en la gran cantidad de puestos en los que pueden colocar a los suyos (Observatorios de la mujer, Fiscal de la Violencia de género, Secretarías de Estado, etc.) y en la facilidad con la que este tema se presta a la demagogia, pues, como en casi todo en nuestra política, toca la fibra emotiva, y ante eso no hace falta argumentar. De hecho, cualquier persona que intente hacer un análisis reflexivo y basado en datos sobre la violencia de género en nuestro país es tildado de machista y misógino. Eso sí, no escucharán ustedes un argumento basado en datos contra este tipo de análisis, sino que apelarán a lo emotivo e insultarán. 

En conclusión, por todo lo expuesto en este artículo, creo que la medida de UPyD contra la actual Ley de Violencia de Género es totalmente adecuada y acertada, pues se ha demostrado claramente ineficaz, fomenta la desigualdad y aumenta aún más la estructura del Estado sin resultados demostrados.


 


lunes, 22 de febrero de 2016

10 pasos para el futuro de UPyD

Hoy he mandado mi solicitud de afiliación a UPyD (era simpatizante desde hace una semana) y he decidido dejar aquí unas reflexiones sobre cómo pienso que debería ser el futuro de este partido, expuestas desde la humildad de quien aún no ha contribuido a él y desde el respeto a las miles de personas que sí que lo han hecho durante 8 años. Creo que ya ha terminado en este partido el tiempo de los reproches, los lamentos y el ceño fruncido. Llega el momento de volver a ilusionarse, y nada mejor para hacerlo que mirar al futuro, y para ello van mis propuestas:

1) No disolución del partido
Parece una obviedad, pero es la primera "bola de partido" a la que nos vamos enfrentar. Posiblemente aún queden en UPyD personas cuyo único objetivo es darle un final digno (por lo que veo y leo, no son muchas) pero sobre todo me preocupan las presiones que van a llegar desde fuera de él, especialmente de los líderes anteriores, que parecen tener mucha prisa por disolver el partido de cualquier manera, como si les estuviese estorbando para futuros proyectos.
Mi pregunta es: ¿y si nos disolvemos, qué? Creo que sólo cabrían dos opciones: crear otro partido con otro nombre pero con las mismas ideas y gente que lo integrara, lo cual creo que sería un error, o disolverlo y quedarnos en casa de brazos cruzados, lo cual sería una derrota.

2) Valoración de lo hecho:
Está claro que la autocrítica era importante. Parecía absurda la postura de culpar de todo a grandes conspiraciones y dejar caer veladamente que los ciudadanos no eran sufientemente inteligentes para votarnos. Por fortuna eso ha cambiado con Gorka Maneiro, que está siendo capaz de hacer autocritica sobre lo que se ha hecho mal en el partido. Y sin culpar al IBEX.
Pero Gorka está haciendo otra cosa muy importante: hablar también de lo mucho y bueno que ha hecho este partido. Mandar un mensaje en positivo y mirar al futuro. Y creo que esa es la manera de ilusionar.

3) Evitar la especialización:
El PACMA está dedicado a luchar por los derechos de los animales. Escaños en Blanco se dedica a intentar que les voten para dejar sus escaños vacíos. El partido Cannabis intenta la legalización de esta droga. Y UPyD se había convertido en un bufete de abogados contra la corrupción. Es un trabajo muy loable, pero no somos una asociación anticorrupción, sino un partido político. No nos engañemos, seamos honestos: en España la corrupción sólo interesa como arma arrojadiza al rival político, nunca para combatirla. Y la especialización, como demuestran los resultados electorales de los partidos que he nombrado, te aleja de ser una alternativa de gobierno viable.

4) Máximo poder de los afiliados:
Para mí este es el paso más importante que se debe dar. Si es cierto que en esta etapa se va a dar una importancia absoluta al afiliado, debe haber gestos que desde ya demuestren que ese es el camino. Se me ocurren algunas propuestas, sobre todo encaminadas a acercar la relación entre afiliados. Un foro o mini-red social en la zona de afiliados de la página web podria ser una buena opción. De igual manera, para saber lo que opina la militancia quizá se podrían hacer encuestas periódicas en la misma zona, con preguntas básicas que den a la dirección una idea de qué creemos los afiliados y que nos hagan sentir a todos que Madrid no está tan lejos. En ese sentido, es de agradecer lo cerca que está Gorka de los afiliados en Twitter.
Además, creo que hay que facilitar la afiliación. No sé cual es la cuota en otros partidos, pero 20€ posiblemente sea un poco alta. Y aparte de lo económico, estaría bien buscar un método más sencillo que tener que imprimir una ficha, escanearla, mandar una fotocopia del DNI...

5) Cambiar las prioridades:
El éxito de un partido político no debería medirse por sus resultados electorales, sino por su coherencia, honradez, trabajo y por lo alta que puedan llevar la cabeza sus militantes. Y en ese sentido los afiliados de UPyD pueden estar muy orgullosos, el trabajo que habéis hecho estos años es magnifico y debería priorizarse eso sobre el continuo rasgado de vestiduras por los malos resultados electorales.

6) Elección de un nuevo líder:
En el momento que vive UPyD me parece importantísimo no equivocarse en la elección de la persona que comande el proyecto, siendo Gorka Maneiro para mí la persona idónea para ello.

7) La vuelta a los medios de comunicación:
Veo mucha preocupación en los afiliados por cómo tratan los medios a UPyD. La verdad es que no comparto esta preocupación, ya que UPyD ahora mismo es un partido en plena regeneración que ni está de moda ni tiene mucho que decir. Las modas van y vienen y posiblemente UPyD vuelva a estarlo, pero para lo que debemos estar preparados es para tener algo que decir. En el momento en que seamos determinantes por nuestro mensaje, las puertas se irán abriendo. Y creo que no tenemos tanto motivo para la queja, pues hace un tiempo incluso se rechazaba ir a determinados medios y tertulias.

8) No dramatizar:
Se ha perdido el 90% de votos en esta legislatura, la afiliación es cinco veces menor y la mayoría de la gente cree que estamos desaparecidos (o que vamos a hacerlo). De acuerdo, estamos mal. Pero regenerarnos desde donde estamos no es tan difícil: 2.500 afiliados, un trabajo impecable durante 8 años, 2 eurodiputados, 1 diputado autonómico, 100 concejales... ya quisiera cualquier partido nuevo comenzar desde donde nosotros estamos. ¡Así que valorémoslo y vamos a aprovecharlo!

9) Potenciar el programa:
Lo primero que me sedujo de UPyD, hace mucho tiempo, fue que pedia que las competencias de Educación y Sanidad fuesen del estado, así como eliminar diputaciones y fusionar ayuntamientos (en otro post hablaremos sobre diputaciones y autonomías). Estas medidas tan diferentes de todo lo que proponían el resto de partidos no han sido suficientemente expuestas, explicadas ni potenciadas en los últimos tiempos. UPyD tiene un programa muy bueno, y hay que explotarlo.

10) No perder el rumbo:
Es también importante que en esta nueva etapa las ganas de salir en los medios o de hacernos notar no nos lleven a actuaciones que rocen el ridículo (o que lo abracen de lleno) ni que se separen de lo que ha sido el trabajo de UPyD todo este tiempo. Al sitio en el que estuvo este partido (y más arriba) no se va a llegar con atajos, sino con mucha paciencia y tesón. Y sobre todo sobre todo, con unión, progreso y democracia.

Bienvenida

Hola a todos. Me llamo Juan Carlos Cano y hoy me he afiliado a UPyD. He decidio crear este blog para hablar sobre mis prensamientos sobre este partido y sobre la política española en general. Me gustaría que sirviese también para que los afiliados y simpatizantes hiciesen también libremente sus aportaciones, sugerencias, para compartir materiales, etc. Si tienes cualquier duda, sugerencia, crítica o quierse publicar tú mismo una entrada escríbeme a juancarloscanolinares@gmail.com.